RETABLOS Y TALLA DE MADERA EN DURANHO DE LOS SIGLOS XVI AL XVIII
El largo camino por el que transitó la Escultura y Retablista
novohispana en Durango se recorrió durante los primeros años del siglo XVII,
dentro de la gran precariedad que tuvo, no solamente la Catedral, sino la misma
ciudad de Durango y su aria de influencia, y sin embargo se hicieron esfuerzos
por dotar a la Iglesia principal de los elementos litúrgicos, para que
funcionara con el mayor decoro.
El Obispo Barrientos colaboró con la instalación de las primeras
sillas del coro y la fundación de la capilla de música; durante el siglo XVIII
se construyeron más y mejores piezas y se fueron instalando en la ciudad los
primeros Maestros que dieron origen a una tradición local de talla de la que
quedan poquísimos ejemplos y sin embargo los habitantes de Durango tienen la
necesidad de estar al día con respecto a los principales centros urbanos de la
Nueva España, por lo que siguieron llegando Maestros importantes como Felipe
Ureña y su hijo quienes con el grupo de oficiales que los acompañaban
reforzaron los grupos locales de constructores de Retablos.
La misma idea de no quedarse atrás con respecto a los cambios
estilísticos e ideológicos, motivó a una temprana destrucción de las obras
barrocas de la Catedral, aunque se conservó por mayor tiempo en los lugares
alejados de la capital provincial.
El libro .lo pueden adquirir en el Instituto de Investigaciones
Históricas de la Universidad Juárez de Durango, Dgo.
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