La intención de éste blog, es dar a conocer México, su Cultura, costumbres, personajes, gastronomía, artículos de interés general y escenarios que la naturaleza ha proporcionado. Y los pobladores de otros lugares, sepan de los personajes que brillaron y brillan en algunas de las actividades de las Bellas Artes.
jueves, 21 de mayo de 2020
LEYENDA LA CUEVA DEL ENCANTO
El 24 de junio es el día del encanto, se trata de la fiesta de San Juan y por tradición muchas cuevas en el estado de Veracruz permanecen abiertas hasta las 12 de la noche de ese día.
La historia comienza con un campesino de nombre Cirilo quien salió a trabajar en su milpa llegando a su terreno, se percató que la montaña frente a él, se veía luz en la cueva que siempre le había llamado la atención, pero que nunca había ido a ver. La curiosidad hizo que entrara al abismo siguiendo esa luz.
De pronto, a unos cuantos pasos de la entrada, se encontró que la cueva contaba con un enorme lago de aguas cristalinas y en este nadaban cisnes blancos que se iban convirtiendo en hermosas mujeres
La belleza de lugar mantenía a Cirilo extasiado durante horas, viendo entrar y salir mujeres en el lago y él siendo un afortunado espectador. Cirilo pensó que había pasado un día maravilloso, pero en realidad había transcurrido un año completo dentro de la cueva.
Su esposa preocupada porque no regresó Cirilo a la hora que acostumbraba, pidió ayuda a sus vecinos para que lo fueran a buscar; Tardaron varios días los hombres del pueblo en encontrar alguna pista y lo único que hallaron fue solamente sus herramientas para trabajar en la milpa y su acostumbrado morral de campesino.
Lo dieron por muerto y desaparecido por mucho tiempo. Sin embargo Cirilo se encontraba en la cueva pensando que ya era muy tarde ese día 24 de junio y debía pensar en regresar, sobre todo debía recoger su herramienta que dejó afuera de la cueva para que nadie se la fuera a robar.
Al no ver sus cosas, emprendió el camino a casa y se fue encontrando casualmente con varias personas que habían participado en su búsqueda, ellos se acercaban y le preguntaban que a dónde había estado, que todos estuvieron preocupados por él. Cirilo solo se limitó a contestar que simplemente se había ido a trabajar en la milpa. Los vecinos solo se reían a manera de burla. Él no le dio mucha importancia, pero cuando llegó a su casa, su esposa Genoveva se encontraba triste y vestida de negro. Al verlo se quedó muda por instantes y comenzó a llorar pidiéndole que le explicara en dónde había estado un año completo sin avisar.
Cirilo le explicó lo que había visto en la cueva y el encanto de los cisnes, pero que no había ido a ningún otro lado. Él comprobó que ya había pasado un año al ver a sus hijos más grandes y a su esposa llena de canas ocasionadas por la preocupación.
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