Rafael Coronel Arroyo nació en Zacatecas el 24
de octubre de 1931 hijo de Pedro Coronel y Juana Arroyo. La vocación de pintor
fue algo que Rafael traía de familia. Su abuelo decoraba iglesias, dibujaba las
guirnaldas que adornaban las paredes.
De 1947 a 1949
hizo la preparatoria en el Instituto de Ciencias de Zacatecas. Cuando fue a la
Ciudad de México quería ser futbolista en el equipo América. Pero a su padre le
prometió que estudiaría contaduría. Al llegar al Distrito Federal, se
entusiasmó por la arquitectura. En 1952 ganó un concurso de pintura que
organizó el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. Era un cuadro que hizo
con crayolas de cera sobre cartón (La mujer de Jerez), porque no tenía dinero
para comprar óleos y telas. De esa forma ganó una beca anual de trescientos
pesos al mes, con los cuales podía sobrevivir y dedicarse a pintar.
"Traicioné a mi padre, pero le hice un bien a la patria." dijo
Rafael.
Fue la primera vez que expuso en el Museo del
Palacio de Bellas Artes. El requisito para que la beca fuera efectiva tenía que
estudiar pintura en alguna Escuela, así se inscribió en La Esmeralda, de donde
lo expulsaron dos meses después porque no hacía lo que los maestros querían. Un
día, el pintor Carlos Mérida le recomendó con Inés Amor, la dueña de la Galería
Arte Mexicano que entonces era la que manejaba a los grandes artistas como
Rufino Tamayo, Gunther Gerzso, Diego Rivera. Antes de entrar con Inés solo
había vendido dos cuadros, a un amigo de su hermano Pedro y otro a un amigo.
Estudió en la
Escuela Nacional de Arquitectura, en la Ciudad de México, y luego pasó a estudiar en la academia High American School.
A partir de 1956 presentó exposiciones de su obra en México, Estados Unidos,
Japón, Puerto Rico y Brasil. La intención del artista zacatecano en aquella
época "dominada por el boom del muralismo", era "mostrar el ser
humano latinoamericano sin ponerle adornos como Diego Rivera, que le ponía
alcatraces, o David Alfaro Siqueiros banderas, y José Clemente Orozco llamas.
Cuando se deja la pintura sola es cuando se llega al énfasis humano más alto, a
la representación más pura del hombre, como los retratos de Rembrandt, que no
tienen más que luz y un poco de sombra",
En 1969 murió su esposa Ruth, hija de Diego
Rivera y Lupe Marín, trabajó durante veinte años en el taller de su suegro,
dice que ahí realizó las mayores producciones plásticas que ha logrado. Desde
1981 vivió en la ciudad de Cuernavaca, en una casa rodeada por una barda llena
de gráfitis que parece resguardar un terreno abandonado. Con motivo de sus 80
años en septiembre del 2011 se inauguró en Bellas Artes “Retrofutura”, una
muestra de 109 obras de las que Rafael creó 18 ese mismo año. Estas obras
rompen con trabajos anteriores de Coronel, porque “dentro de la misma hay unos
personajes decrépitos. Lo interesante es que pone el foco en el final de la
vida de las mujeres y los hombres, en la vejez; es diferente porque nos tenía
acostumbrados a ver la vejez redimida; en estos cuadros, la vejez se presenta
como la decadencia, nunca había explorado esa parte”, según Juan Coronel Rivera,
el hijo del artista, es el responsable de organizar y coordinar las
exposiciones de su padre en todo el mundo
Murió el 7 de mayo de 2019.
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